La vida en el domicilio de Hayate era un auténtico infierno desde hacía años. La mujer marroquí asesinada en el barrio de Armeñime, en el municipio de Adeje, hace dos años intentó romper con esa situación insostenible desde que tuvo independencia económica. Pero su exmarido se lo impidió, con amenazas, en varias ocasiones.